Algunos errores pueden resultar caros, pero sobre todo los errores relacionados con la estrategia y toma de decisiones sobre valores fundamentales mas aún. En tiempos como los que estamos viviendo resulta cotidiano observar la dificultad de tomar decisiones, en especial las que son difíciles.
Lo lamentable es ver como repasando historias no muy lejanas, se han llegado a tomar decisiones límite, por no haber tomado otras menos cómodas y mas acertadas con anterioridad. Estas historias nos remontan a ver como las decisiones que se toman se deben de tomar considerando su efecto en el flujo de tesorería, pero sin embargo, cuando se mira el flujo a muy corto plazo, se puede poner realmente en riesgo el futuro de la empresa. Serán pequeños remiendos que se hacen para el aquí y ahora, sin contemplar el crecimiento futuro y sostenibilidad.
Algunos de las tentativas para los directivos, que se convierten en serios errores son:
1.- Reducir gastos a todos los niveles, de forma generalizada.
2.- Incrementar el riesgo de sus stakeholders ( empleados, clientes, proveedores y accionistas) con remiendos que afectan a su operativa y relaciones.
3.- Reducción de gastos en nuevos productos, marketing y marca.
4.- Reducción de la inversión en formación y desarrollo.
5.- Entrar en el círculo vicioso del descuento de precios y reducción de ventas.
6.- Machacar empleados, proveedores y distribuidores.
7.- Reducción de gastos en actividades de consultoría, asesoría y monitorización.
8.- Vender innecesariamente activos.
9.- No entender y despreciar la suma del talento.
10.- Despedir personal de manera generalizada.
Cualquier decisión debe ser medida y tomada teniendo en cuenta el futuro de la empresa, su rentabilidad futura, su sostenibilidad en el tiempo, por lo que si cualquier medida que se toma no contempla los valores fundamentales de la empresa, es difícil que sea bien entendida, que tenga resultados operativos y ante todo será sencillo que haga mella en la cultura de la empresa.
Para algunos la crisis es oportunidad y estos son los competidores que contratan el talento una vez despedido por sus adversarios y siguen invirtiendo en los valores y parcelas fundamentales de su negocio, que les permitirán tener músculo y corazón para hacerse con la cuota de mercado de sus competidores.
El talento no es barato, pero es la variable mas importante de la innovación. Despedir en España, muchos piensan que no es barato, pero cual es el precio no tener talento, o de tenerlo y no capitalizarlo.
Pues sí, determinadas decisiones son mucho mas duras de lo que a priori representan y su efecto mas devastador que la destrucción de empleo y la contracción temporal de la economía. Son decisiones que afectan a la coherencia y sostenibilidad.
Tenemos conocimiento de innumerables situaciones en las que los procesos de budgetting se prolongan durante innumerables e innecesarios meses y nos preguntamos ¿porqué?. Finalmente la distribución y peso de las partidas se realiza de forma un tanto incomprensible para muchos, fruto de qué, de preferencias personales, capacidad de influencia e incluso de la aplicación del palo del rasero como comenzaba diciendo al principio. El presupuesto nos da mucha mas información de la que inicialmente se puede pensar, nos está dando información de cuáles son las preferencias y valores fundamentales que se están adoptando.
Si las preferencias y valores fundamentales reflejadas en presupuesto son incoherentes e inconsistentes con los existentes mellará la cultura de la empresa y por tanto afectará a la forma de pensar y relacionarse internamente (alineamiento) y externamente con otros stakeholders (subsistencia).
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