Es importante identificar, evaluar y desarrollar competencias en cualquier organización. Más que importante es sumamente relevante y decisivo para el éxito y supervivencia. El trabajo sobre las competencias de hoy es claro que se debe hacer, pero también es importante, sino más, el que se realice sobre las de mañana.
Aunque esto pueda resultar obvio, aún es una asignatura pendiente en muchas organizaciones.
Ahora el planteamiento que realizo es el siguiente. Nos encontramos en un momento con gran cantidad y calidad de talento y buenas organizaciones. Sin embargo, podemos comprobar como gente muy talentosa, en una buena organización, puede resultar la mas desgraciada en la misma y su aportación reducida a mínimos impensables.
¿Cuál fue el error?, ¿porqué esta relación no funcionó?
Las organizaciones pueden haber realizado muy bien sus deberes respecto a la gestión del talento, identificado y alineado con sus profesionales las competencias necesarias de ahora y mañana. Todo esto y mucho más, por supuesto. Sin embargo, no han tenido en cuenta, en ningún momento la cultura ni en el caso concreto de talento, el ajuste cultural.
La cultura organizativa necesita un interés y dedicación. No dedicar el interés y la dedicación que requiere algo tan importante como esto, puede ser decisivo en un contexto de hipercompetitividad. Antes, no dedicarle nada, no tenía incidencia tan visible en los resultados. No gestionar de manera consciente, tampoco quiere decir que no se esté haciendo ninguna incidencia sobre la misma. Todo lo contrario, siempre existe incidencia, pero los resultados podrían ser totalmente opuestos a los deseados.
Más que en ningún otro momento, implicar y conectar a las personas se hace necesario. Indagación en las formas de pensar y relacionarse más afines y alegato en la diversidad, globalidad y otras sensibilidades demandadas como la Responsabilidad Social, marcan y marcarán mucho más las diferencias.
Cuando se terminaron de apretar las tuercas, reducir costes, estructuras, mejorar los procesos, tecnificación y cierre de alianzas, ¿qué es lo que queda?.
Es solo una observación, pero quizás estos ajustes tampoco quedasen alineados e integrados sus efectos como un todo. Se habrán perdido potencialidades existentes.
¿Qué es lo que conseguirá mantener ventaja competitiva? La gestión de los intangibles, indudablemente, pero el afinamiento en el manejo y gestión de la cultura, será el driver principal en última instancia. La cultura contempla el todo y en el todo se encuentra la gestión del talento, como plomada para bajar a la acción y llegar a los resultados organizativos, ya sean de relación con la sociedad, económico financieros, ambientales o de otra índole. El gran esfuerzo, si realmente hay interés en el Cambio o Desarrollo sostenible, es poner todo el interés y priorizar el alineamiento de estilos con sistemas, funciones con resultados y gente con trabajos.
¿Podemos seleccionar por afinidad cultural?, pues claro y debemos hacerlo. ¿Podemos desarrollar ayudándonos de la cultura?, ¿Encontrar conexiones y combinaciones de conocimientos y habilidades con máximo provecho, de formación de equipos diversos, manejar conflictos de forma positiva, ayudar a integrar nuevos directivos con sus equipos? Es mucho mas sencillo de lo que piensas.
A continuación, adjunto un enlace al particular caso de ZAPOS, la famosa multinacional de venta de calzado por internet. Verás que los que adquieren ventaja lo hacen