jueves, 24 de febrero de 2011

El cambio cultural de Bahréin en Metaplan


Esta mañana me he encontrado en el Blog con un comentario que ha publicado Jordi Cabré, en relación al post de ayer “Emerger en el cambio cultural, el caso de Bahréin”. Sus aportaciones como siempre, además de buenas, me han animado a seguir y escribir hoy este post.


En el comentario, hay referencias a Hegel, por su visión sistémica. Una vez reflexionado el asunto en cuestión, pienso que Hegel plantea una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones implícitas al movimiento anterior. La historia y en concreto la Revolución francesa, que tanto desilusionaron a Hegel, nos muestran que esos movimientos sucesivos son reactivos y no siempre facilitan el cambio. La dialéctica de Hegel aparece fragmentada en muchas ocasiones, en tres momentos llamados “tesis” (en nuestro ejemplo, la revolución), “antítesis” (el terror subsiguiente) y “síntesis” (el estado constitucional de ciudadanos libres). Así, para Hegel, la revolución, por consiguiente, ya no tiene hacia dónde volverse más que a su propio resultado: la libertad. Esta libertad conquistada por penurias es consumida por un brutal Reinado del Terror. La historia, sin embargo, progresa aprendiendo de sus propios errores: sólo después de la experiencia, y precisamente por ella, podía postularse la existencia de un Estado constitucional de ciudadanos libres, que consagra tanto el poder organizador benévolo (supuestamente) del gobierno racional como los ideales revolucionarios de la libertad y la igualdad. "En el pensamiento es donde reside la libertad".

Al escanear la geopolítica de la región, Jordi nos ha aportado muchas pistas y además no debemos de olvidar la importancia que la región ha tenido a lo largo de toda la historia. La relevancia en la zona que los combustibles fósiles (petróleo y gas) han tenido en los desequilibrios geopolíticos con las dos Grandes Guerras ( I y II) y el hecho de que la demanda energética está desequilibrada también, es algo que aprendí en las lecciones tremendamente enlazadas y amenas que impartía el profesor Xavier Mena en ESADE.


Hoy podemos seguir viendo a Libia, en portada de todos los periódicos. Seguiremos viéndolo. Al igual que en cualquier otro territorio, es importante mirar las condiciones existentes del Cambio Cultural y sus tendencias. Quiero resaltar algunas para este escenario:

1) Por un lado estamos al filo (cutting edge) de un cambio de paradigma global y en concreto en el mundo árabe. No se trata solo de Internet, esta es solo una herramienta, un artefacto de la cultura globalizada.

2) Son zonas calientes (hot spots) como bien apuntaba el cometario de Jordi Cabré a mi post de ayer “Emerger en el cambio cultural, el caso de Bahréin”. Temas mal resueltos entre formas diferentes de ver el mundo y la explotación del pueblo han calentado más la sartén.

3) Existen también, movimientos simultáneos y ritmicos (harmonics) en otros lugares del mundo árabe.

4) También existen redes de bloqueo (grid-lock) a nivel global y especialmente en el mundo árabe que fuerzan al sistema a mantenerse estático y cerrado. Se están sobredimensionando las ya grandes barreras. Las zonas calientes ayudan a convertir y reforzar las redes de bloqueo porque en ocasiones hay excesiva presión por el cocinero a ser zona caliente.

Y por otro lado,

5) Los falsos avances (regresions) son siempre esperables, pues el sistema será débil y habrá momentos de retroceso y peligrosas fases de caída. Pese a que se huela el éxito y se pueda incluso tocar.

Cada movimiento sucesivo que nace como solución a las condiciones existentes, no tiene que ser el mejor camino, no la solución al problema.

¿Quién está apoyando al pueblo libanés?, ¿dónde está la ciudadanía y gobierno global?

A Libia no le ayudará correr mucho y mirar alrededor para comprobar que lo hace SOLA.

1 comentario:

Jordi Cabré Caballería dijo...

Javier,

Excelente artículo y muy ilustrativo.

Si te he animado de alguna forma a escribirlo, me alegro de ello.

Jordi