viernes, 20 de agosto de 2010

La acción de las minorías y la Historia

Recorriendo la biblioteca de mi padre, identifiqué entre sus libros uno que cautivó mi atención. Es cierto que muchos libros la cautivan y la biblioteca de mi padre es relativamente extensa como para que pueda existir algo que la cautive y afortunadamente siempre es así.

Mi difunto padre fue un estudioso apasionado de la Guerra Civil, el período de Posguerra, Madrid y los toros. Pero también un incansable lector de todo tipo de literatura, desde la clásica a la mas vanguardista novela, gran amante del arte, nunca dejó de cultivar su apetito de curiosidad.

Siento en este sentido decir que "el Cossío" nunca despertó mi interés y cierto es que las corridas de toros ni me van ni me vienen, pero el libro que encontré era uno de Luis del Val, consolidado periodista catalán y a mi modo de ver brillante pensador. Luis del Val, es un profesional que habitualmente podemos escuchar en la cadena Ser, donde resume una noticia de actualidad con un pensamiento envuelto en verso propio. Como esta entrada no se va a ocupar del libro en sí, iré directamente al fragmento del libro y el tema al que hacía referencia.

Así, nos explicaba que las minorías en la Historia, podían actuar de dos maneras, con la acción y con el pensamiento. Hasta aquí, pensaremos, ¿qué es lo que tiene de extraordinario?. Pues bien, lo que hizo saltar mi atención fue la característica que reflejó a su entender de nuestras minorías, esto es, unir ambas cosas, pues el pensamiento sin acción concluye en esterilidad y la acción sin pensamiento en barbarie, lo cual nos puede honrar como minorías. Y tenemos el caso del guerrero que piensa y organiza, de la misma manera que el filósofo concreta en forma activa su pensamiento, creencias y principales lineas vitales y da lugar a una moral y normas de vida. En estos dos casos nos habla respectivamente de Trajano y Séneca.



Trajano como primer emperador del Imperio Romano llegado de provincias, ejemplo de acción vigilada por el pensamiento, no solo fue triunfante, sino que aplicó a su sistema de gobierno el ideal de filosofía estoica, que frente a la corrupción del sistema y de su sociedad, llevaba una vida intachable y austera. Único general en descabalgar en las largas marchas y andar a pié entre sus soldados, sin pompas ni flores, llamaba colegas a cónsules y pretores. Es el sentido de la estética el que lo lleva a recorrer todo el Imperio y llenar de monumentos de un extremo a otro que nos informaran de sus acciones, pese a no ser un hombre de gran altura. También hay que decir que no todo pueden ser grandes virtudes y que el personaje también tuvo otras facetas personales en las que no entraré por irrelevantes.



Séneca actuó de forma decisiva en la sociedad romana, no solo como pensador, sino también como maestro de Nerón y su consejero en los primeros años de gobierno, calificados incluso por Trajano de felices. Informó al mundo de dos ideas esencialmente nuestras, la dignidad humana y la vida como servicio. Su obra merece gran respeto, ha seguido influyendo a lo largo de todos los tiempos y es enlace de la tragedia antigua y moderna. Pero al igual que Trajano o cualquier otro mortal, no todo es intachable, pues como pedagogo no tuvo gran éxito con Nerón y fue acusado y condenado por estupro con una joven.

Finalmente  nos refleja el deseo ridículo de adaptar la historia al pensamiento dominante, como si el presentar confusión a través de diferentes versiones fuese a cambiar un hecho repetido. La exaltación de lo propio y denostación de lo ajeno, en cualquiera de sus formas y esfuerzo no deja de suscitar cursilería y una profunda sonrisa, cuando ojos y oídos están para algo mas que adornar nuestras cabezas. Y es que el ejemplo es posiblemente el mas difícil de conseguir como cualidad humana.

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